Mediante el Método Rosengaus es posible dar una evaluación certera de los resultados que obtendrán los pacientes después de un tratamiento.

Este proceso de calidad y mejora continua tiene un objetivo central, que los pacientes encuentren el verdadero significado de la belleza y lo vean reflejado en su rostro, lo que llamamos balance facial total.


Un concepto de belleza real

El procedimiento inicia con un acuerdo entre el doctor y el paciente en el concepto de belleza. Una vez logrado, podemos predecir con seguridad que el paciente notará un rejuvenecimiento natural de su rostro que no necesariamente es verse más joven, pero sí muy bien para su edad, dejando atrás la tradicional idea de resultados sobredimensionados y poco naturales.

Posteriormente se hace un diagnóstico del origen del envejecimiento particular de ese paciente. Una vez que se determinan sus causas, se realiza una propuesta estética del rostro, vista desde el punto anatómico y fisiológico.

El siguiente paso es la implementación de una de las técnicas y tratamientos de rejuvenecimiento. En este paso, el doctor hace ajustes pequeños en imperfecciones en el rostro del paciente o/y mejores en ciertas facciones faciales hasta llegar al punto final: balance facial total.
Este método se utiliza en todos nuestros procedimientos como cirugía nasal o rinoplastia, el “Happy Face”, el estiramiento facial sin cirugía, hilos de suspensión y otros.

Todo procedimiento requiere de una ruta de evaluación y seguimiento ya que se trata de un programa de mantenimiento para durar bella toda la vida.